La moda de los años sesenta me fascina. En realidad todo lo que sea de los años sesenta me encanta. Esto viene de muy largo. Yo fui adolescente durante la década de los dos mil. Yo había intentado que me gustase el pop mainstream pero no hubo manera, ese tipo de música no era de mi estilo. Pero yo tenía televisión por satélite y podía ver canales de música, como la MTV. Ahí descubrí algo que me entusiasmaría, pues fue en esa época cuando hubo el revival de música de inspiración sesentera. Y me puse a investigar. Había un libro de historia de la música pop y rock a través de las décadas en la biblioteca del instituto. Busqué los artistas que ahí aparecían en los CD's de la biblioteca. ¡Qué diferente era buscar música en aquella época comparada con ahora!
Mi música preferida era, sin lugar a dudas, la de los sesenta. The Who, The Kinks, The Moody Blues, The Animals... ¡Por fin podía decir que la música me gustaba! Pero había algo más de mi época de juventud que no me encajaba. A mi juicio, ésa fue la década más nefasta en cuanto a moda se refiere. Y mientras tanto, yo veía videoclips o fotografías de los sesenta y me moría de amor por las minifaldas, las blusas de cuello bebé y los colores claros. ¿Por qué ya no se hacía ropa así? Durante años, traté de emular el estilo sixties con ropa más actual comprada en tiendas convencionales, pero fue imposible. ¡Qué horribles fueron los dos mil!
Todo lo malo pasa, y los dos mil también. Poco a poco fui haciéndome con prendas especiales que parecían recién traídas de un viaje en el tiempo a Carnaby Street. Cualquier pieza con aires eduardianos, con mangas acampanadas y de corte evasé es bienvenida en mi armario de los sesenta. Todo para emular la época más maravillosa y creativa del siglo XX. ¡Ojalá hubiese sido joven por aquel entonces!
Este vestidito corto de manga corta y cuello bebé es un ejemplo de ello. En cuanto hace un poquito de calor me lo pongo sin pensármelo. No sé cuántos años tiene, más de siete seguro, pero creo que no voy a dejar de ponérmelo nunca. ¡Hasta que la tela esté tan desgastada que sea como papel de fumar! Es una de mis prendas favoritas, un básico para toda chica que ame el estilo sixties. Su sencillez lo hace perfecto.
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