¡Hola! ¿Qué tal estáis? Yo sigo trasteando con la cámara y con el nuevo ordenador, y estoy bastante menos frustrada porque todo va mucho más fluido.
He titulado esta entrada "Out of the Woods", como la canción de Taylor Swift, porque en la segunda imagen estoy más oscura, porque estoy más metida bajo las ramas del árbol y parece que esté saliendo de la maleza. No es una buena foto, pero la subo porque al final me ha hecho gracia el efecto.
Sobre el vestido que llevo, lo tengo desde hace siete u ocho años, y es muy difícil encontrar hoy en día uno parecido, pero mirad si me gustó que tengo otros dos iguales sólo que con distinto color. Lo compré en Bershka, en una época en la que parecía que se inspiraban en la moda coreana que estaba triunfando en Tumblr (mi Tumblr puede dar buena cuenta de ello) y a mi juicio, fue la temporada en la que Bershka sacó los vestido más bonitos que yo recuerde. Ahora también tiene alguno bonito, pero la mayoría son sacos apretados de colores flúor, ¡y con eso conmigo que no cuenten!
Por suerte para mí, vivo una época en la que hay un resurgir de la feminidad y puedo encontrar ropa de mi estilo fácilmente. Recuerdo que hace bastantes años no era así, que si querías usar camisón en lugar de pijama, llevar vestidos con vuelo o blusas de encaje y lazos se reían de una por ser demasiado "cursi" o "infantil". Ojo, aún hoy en día se relaciona mucho la forma de vestir de uno con una ideología determinada. A mí eso me parece una idiotez. Cada persona se viste como quiere con independencia de su ideología, lo cual no tiene nada que ver con su gusto estético.
Y lo mismo digo si nos centramos en la moda femenina. No eres más mansa, ni más frívola, ni más infantil por llevar ropa de estilo vintage, clásico o muy femenino. Las señoritas que sienten la necesidad de despreciar este estilo denominándolo peyorativamente "femenino normativo", muchas de ellas en calidad de articulistas de revistas destinadas a un público femenino, a lo mejor lo hacen porque son en el fondo individuos inseguros que se sienten agredidas por la confianza y la personalidad de las que no nos importa los prejuicios que la gente más reduccionista puede tener de nosotras.
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