Desde que aparecieron en las tiendas esta primavera, me enamoré de este tipo de blusas románticas de escote corazón, manga abullonada y estilo campesino. Aunque en los últimos años me desapegué por completo de todo lo que tuviese que ver con el pueblo, la naturaleza o la vida campestre, desde que abandoné mi anterior estilo de vestimenta (esto daría para otra entrada) y abracé un estilo que muchas bloggers extranjeras llevan, con reminiscencias vintage de la Gran Bretaña de los años cuarenta, cincuenta y sesenta, me siento más vinculada con el medio natural. Este estilo de estampados clásicos y colores tradicionales no casa bien con una ciudad super moderna como fondo, sino con la misma naturaleza.
Esa vuelta mía a los orígenes se ha acentuado estos meses anteriores: siento la imperiosa necesidad de arreglar la bicicross que tengo pudriéndose en óxido en el garaje, de cultivar un huerto de frutos rojos, de rebuscar objetos preciados olvidados en el tiempo. Esto no es, ni más ni menos, que mi verdadero ser aprisionado por el entorno que me tocó vivir y por mí misma que me demanda con furia volver a ser libre, tal y como era yo cuando era pequeña y las cosas parecían más sencillas de lo que resultaron ser. Supongo que tantos años renegando de lo que yo había sido ha causado el efecto contrario.
Blusa - Stradivarius
Shorts - Bershka
Mocasines - Bershka
Bolso - Stradivarius
Sombrero - H&M
Gafas de sol - Amichi
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